LA OFICINA
El corazón con ritmo cardiaco al máximo, la sangre corre por las venas
velozmente a cada latido, la quema de cientos de calorías por minuto
hace que el calor excesivo de esta combustión ponga a trabajar el
maravilloso servo sistema de enfriamiento a través de la transpiración
(sudor) ayudando a la vez a expulsar del cuerpo toxinas que no habían
podido ser retiradas, los músculos se tensan hasta su limite, el
oxigeno se requiere en muy grandes cantidades por lo que la respiración
esta a mas no poder, La altitud disminuye la presión atmosférica por lo
que el organismo se ve obligado a compensar el cambio y lo hace tan
eficientemente que uno no lo percibe. El ardiente sol ayuda a realizar
la síntesis de la vitamina D en la piel ayudando también a la
asimilación del calcio para fortalecer mas los huesos. El paisaje
durante el ascenso es soberbio, lo que compensa la sensación de fatiga
que en ocasiones se siente al incrementarse la pendiente de las
subidas. . .y el resultado de todo esto es un desplazamiento de varios
kilómetros hasta llegar a la cima. Una vez pasando el umbral de la
fatiga viene una sensación de éxtasis (bienestar) debido al derrame de
una sustancia en el cerebro parecida a la morfina que causa un
relajamiento extremo, el cual acompañado del paisaje boscoso, el canto
de las aves, el susurro del viento en la hojas y el olor a pino fresco
son una herramienta destructora del stress acumulado que compensan al
organismo en una forma mayor a la refriega a la que se le acaba de
someter.
Tras la primera mordida del lonche viene la recuperación de la
glucosa perdida y de otros nutrientes que requiere el organismo tras el
nuevo requerimiento de mas tejido de fibra muscular y fortalecimiento
del sistema cardiovascular. Parece increíble, pero todo esto es muy
difícil que se logre solo con ir diario a la oficina…
EL FIN
Esta fue una historia cortesía de...
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