SPLASH

 

Después de la larga época de sequía llegaron las ansiadamente esperadas lluvias. El triste color amarillento del campo se convierte rápidamente en un agradable verde. Los matorrales invaden las praderas anteriormente vacías y todas aquellas semillas diseminadas por el viento, las aves, los insectos y algunos mamíferos ahora dan lugar a nuevas plantas de un sinfín de variedades. Las flores del campo muestran sus vividas tonalidades de colores que van desde el rojo, amarillo, violeta, naranja hasta las combinaciones caprichosas diseñadas por la milenaria genética.

Los nuevos árboles nacidos de sus gigantescos padres se apresuran a crecer antes de que la próxima sequía los alcance y mate. El campo esta un su máximo esplendor, en un éxtasis de vida, así que todo esta listo para que los exploradores visiten sus regiones remotas y tan poco conocidas por la gente de la gran ciudad.

La continuidad en las lluvias satura la corteza terrestre de humedad y al no poder absorber mas agua, esta se desliza a través de las pendientes originando grietas de todos los tamaños,  por un sin fin de caminos que finalmente conducen a un rió de aguas temporales, cuya frescura, transparencia y agradable estruendo al chocar con las rocas invita a salpicarse y porque no, empaparse de esta generosa fuente de vida, salud y alegría.





  El fenómeno completo es tan agradable que los ciclistas exploradores prefieren pasarlo sobre sus bicicletas que evadirlo y en ocasiones pasan varias veces para repetir la experiencia. Después de todo alguien debe gozar tan grandioso regalo de la naturaleza, antes de que sea metido a la tubería urbana y se convierta en una masa atoluda de color café y olor a metano. Hasta la próxima. Splashh!! (Sonido de agua salpicando al cruzar un rió con bicicleta).




Este artículo ha sido una cortesía mas de...




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